26 may 2005

A Longoni

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Hoy me mandó un mail, después de tantos años... y no atiné más que a escribirle un poema.


A Longoni


Como un Quijote aborrecido por los años
levántase abatida
la sombra de un campeón de la desdicha
que cesa de inventar eternidades,
pues ya no las desea, no ha cambiado
en la gallarda garra de la fiera
aquel deseo ignoto e ignorado
de abarrotar las noches de fantasmas a su lado.
Es absurdo,
kafkiano, irreversible, vagabundo
ese anhelo indeseable
de contar desde otro lado aquella historia
(la que colmó los bares y las fondas del desprecio
y aún se yergue, audaz entre los hombres,
inmensa, indestructible), pero aún sigue;
acompaña mi memoria
y derrota este silencio.
Álcese mi voz en grito audible
a las ánimas atroces que persiguen
esas quimeras, los sueños y las glorias.

Nosotros, los amigos, los dementes,
moriremos a su lado eternamente.



Agustina Ariana D’Andrea, 26-05-2005, 09:09 pm

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