Solamente te observo desde lejos
y vuelvo al avatar de la locura
que se enreda en mis noches claroscuras,
vigilante en el fondo del espejo.
Sonrientes los matices se entreveran,
se ciernen sobre álgidas tormentas.
El olvido las lleva, las ahuyenta,
e, inminentes, renacen y prosperan.
¿Será acaso mañana una mañana
o el silencio del día que se fuere?
Ni quisiera saber del sol naciente
si, al verlo, tu mirada transparente
partiere hacia otra tierra y descubriere
un código de cielo sin mis alas.
Agustina Ariana D’Andrea, 06-07-2007, 02:27 am.
1 comentario:
Leí y amé.
Eso no acaece con frecuencia.
Más extraño es que firme, sobre todo con mi gato pisoteandome el teclado, pero en fin, a veces está copado saber que alguien lee y ama.
Leí y amé tu blog.
Uh gusto conocerla.
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