Pianissimo me muero sin tus manos,
me pierdo sin remedio
en notas prolongadas,
en compases enteros de silencio
que sólo buscan inventar un trazo,
quizá imitar alguna forma tuya
de besar en los labios.
El corazón più forte de latirte
reclamando la paz que le negaste
cuando emergiste de la oscura muerte impune.
El alma rota entre cadencias lentas
que anclaron en tu nombre,
el cielo abierto
a las volutas de humo de tu risa
que vence las ausencias.
Yo soy un verso que no tiene orilla
más que en tus ojos de agua, fina noche
que promete un glissando intempestuoso,
un sinfín de caricias siempre mudas
y un áspero contralto enardecido
que hasta el deseo
todo
lo desnuda.
07-02-2008
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