4 sept 2010

Maestras Micky Vainilla

Jornada Docente del día 30-08-2010

a (inaugural): Bueno, empezamos con la jornada.

b (feliz): -¡Qué lindo! Por fin un día sin tener que estar en el aula con los pendejos que te dejan la cabeza hecha una corneta.

a (cómplice): -A ver, chicas, hagamos esto rápido y después lo firmamos todas y nos lo sacamos de encima.

b (desconcertada): -¿Pero qué dice que hay que hacer ahí?

a (misteriosa): -A ver, leamos... parece que la directora nos mandó una carta, no pudo venir ella, mirala vos a la dire, hecha en computadora y todo... ¡Está aprendiendo! ¡Ojo, eh! A ver... En la presente jornada, bsbsbsbsbs, srsrsrssrsrsrsmmmm, mjm... sí... acá (decidida): hay que hablar de cómo influye la asignación universal por hijo en nuestra práctica educativa.

c (terminante): -De ninguna manera, ¿cómo va a influir?

a (creyéndose irónica): -Y, pero ellos quieren que pongamos que hay más matrícula, menos deserción... je, je.

c (intachable): -¡Yo eso no lo voy a poner!

a (aburrida): -¿Influye la asignación universal por hijo en su práctica educativa?

c (negativa): -No. Las condiciones de trabajo y matrícula son las mismas.

a (despectiva): -¿Qué estrategias pedagógicas utilizaría para garantizar la integración plena del alumno en el aula?

c (levemente indignada): -Ninguna. Se hace lo que se puede. Ja ja ja. Soy sincera. Bastante trabajo tenemos ya como para tener que andar pensando estrategias... ¿qué estrategias? Uno hace lo que puede.

a (ansiosa): -¿Qué conclusiones obtiene de la reflexión de la jornada?

d (orgullosa de su aporte): -Poné que si la asignación es universal, debería ser para todos. Y a mí no me la dan.

b (chismosa): -¿Sabés que a mí me sacaron el salario? Como empecé a cobrar más de no sé cuánto, porque hay un tope para el salario, entonces como cobro más del tope me lo sacan, el salario.

d (con asco): -Son unos sinvergüenzas.

c (en un fallido intento de ironía): ¿Y sabés lo que me enteré yo? Que los porteros tienen plan trabajar, viven con su sueldo de portero, y con el plan trabajar se pagan la cuota del auto cero kilómetro. ¿Vos tenés un auto cero kilómetro?

b (concisa): -No.

c (elocuente): -Yo tampoco. (Señalándose los pies, chistosa:) Tengo un "Dodge: Dodge piesh."

b (exagerada): -¡¡¡Ja, ja, ja, ja!!!

c (resolutiva): -Es triste, pero es así.

a (insinuante): -Vos sabés que una mamá que vino a firmar la libreta de la asignación, me dijo: "Vos que tu marido es monotributista, ¿por qué no pedís la asignación? Te la van a dar, porque los monotributistas no cobran el salario entonces en la AFIP no les salta. Que la pida él." Y bueno, a partir de ese día cobro la asignación. ¡¡¡Ja ja ja ja!!! No, mentira. (Prócer:) Yo le dije: "No, pero yo no la necesito."

b (cómplice): -Ah, pero ésas se las saben todas, eh.

a (insistente): -Sí, pero yo le dije: "No, si yo no la necesito". Y ella me decía: "¡Pedila igual!". Pero no, cómo la voy a pedir, si no la necesito.

b (admirada): -Ojalá todos pensaran como vos.

c (convencida de haber tenido una revelación): -Encima, al final, entre planes trabajar, asignaciones universales y dos o tres curros más, terminan cobrando mejor que uno, que se mata trabajando. Tienen siete hijos, cobran siete salarios. Un preceptor de la otra escuela hizo la cuenta y descubrió que una con un plan y cinco hijos cobra más que un docente que trabaja dos turnos.

a (simulando frustración): -Es que ellos buscan la salida más fácil. ¿Para qué van a trabajar, si les dan todo servido? Y los chicos lo mismo, ¿para qué van a estudiar si los tenemos que aprobar igual? Así ellos después ponen en las estadísticas que hay menor repitencia y menor deserción. (Por lo visto hay dos "ellos", ambos innobles enemigos.)

e (fuertemente indignado): -Y también, ¿qué querés? ¿Cómo van a estudiar los pibes si ven que el padre está todo el día en la casa, que no hace nada? Yo cuando era pibe, nunca lo veía a mi viejo en la casa. Todo el día laburando. En cambio éstos, ¿vos te pensás que los pibes tienen una idea de lo que es el esfuerzo, la cultura del trabajo, si el padre está todo el día al pedo en la casa? Es lo que te digo, es todo asistencialismo.

c (creyéndose sutilmente mordaz): -Yo lo que no entiendo es por qué en vez de darles la plata para que se compren el celular y las zapatillas de quinientos pesos, no les dan comida...

b (avergonzada): -Mirá, hubo una época, cuando yo era chica, que mi familia no estaba bien económicamente, y nos daban la "caja pan". Para mi mamá, ¡era una vergüenza recibir la caja pan! Ella pensaba que la comida había que ganársela, no recibirla de arriba.

f (condescendiente): -Ves... ojalá todos pensaran así.


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-Antes de firmar eso, no quería dejar pasar que yo no estoy de acuerdo con lo que se concluyó.

a (perpleja): -¿No? ¿Por qué?

-Mirá, yo hablo desde mi ignorancia (¡mentiraaaa!), pero tenía entendido que la asignación universal por hijo se otorga a las personas que no están asalariadas y no pueden cobrar el salario familiar justamente por eso.

b (a la defensiva): -Sí, pero a mí me están quitando mi salario familiar porque yo cobro más que el tope para el salario. Y a ellos se lo pagan. Me lo están sacando a mí, que trabajo todo el día, y a ellos que no hacen nada se lo dan.

-Yo no digo que vos no tengas que reclamar lo tuyo, pero ¿qué tiene que ver tu salario con lo que se está hablando en la jornada? ¿Vos pensás que sacándole la asignación universal por hijo a la gente vas a conseguir que te la den a vos? ¿Cómo es: si yo no lo tengo, que no lo tenga nadie?

d (conciliadora): -No, lo que dice ella es que si es universal tiene que ser para todos.

-Es para todos. Los asalariados cobran el salario, los no asalariados cobran la asignación universal.

e (monotemático): -Pero a esta gente le falta la cultura del trabajo.

a (justificativa): -Además, la solución para los problemas no es una asignación universal de 150 pesos. La solución es darle trabajo a la gente.

-De acuerdo, pero es una alternativa de emergencia. Vos, presidenta, no podés levantarte un día y decir: "Mi nueva medida de gobierno es que a partir de mañana todos van a tener trabajo". Pero la asignación sí la podés dar, como un recurso, como una ayuda. Ya que hay gente sin trabajo, se le da una ayuda para que los gastos de educación de los hijos los cubra el estado.

e (obcecado): -Pero el problema es que lo hacen para conseguir votos.

-¡No importa para qué! El tema es que tienen que recibir lo que les corresponde. Que una de las tantas causas sean los votos, seguro. Pero según tu criterio, ningún gobierno tiene que otorgar derechos, asignaciones o planes sociales a nadie porque mirá si el que recibe el plan los llega a votar. ¡Serían votos comprados!

e (incorruptible): -¡Por eso mismo! Dando todos esos planes compran los votos.

(Bueno, a ver, flaco, te lo digo en tu idioma:)

-Todo lo que vos quieras. Que el salario les corresponde a todos, que otorgar planes sirve para ganar votos. Lo que yo digo... es que una cosa no quita la otra. La asignación universal hay que darla igual.

c (desconcertada): -Pero ¿vos escuchaste todo lo que yo conté? Que los porteros tienen auto cero kilómetro, que los pibes cobran la asignación y van y se compran celulares...

-¿Y? ¿Está mal que se puedan comprar celulares? ¿Cómo es? ¿Tu hijo se puede comprar un celular y tus alumnos no?

c (concluyente): -Pero entonces quiere decir que no lo necesitan.

-Necesitar es un término relativo. Entonces vos, ¿necesitás el salario familiar? Si tus hijos tienen para comprarse el celular que quieran, las zapatillas que quieran, la ropa que quieran, incluso aunque vos no cobres el salario.

c (firme): -Pero me corresponde.

-A ellos también les corresponde la asignación universal por hijo.

e (metiche): -Sí, pero nosotros lo que queremos es que exista la cultura del trabajo. A ellos no les gusta trabajar.

-¿Y a vos sí? Desde que empezó la jornada están diciendo que en el aula se hace lo que se puede, que "menos mal que hoy zafamos de los pibes", que "yo no me voy a esforzar si al final me pagan lo mismo a mí que al que no hace nada".

c (eufórica): -Y si no hacen nada. Encima cobran los planes, la asignación por siete hijos... terminan teniendo más plata que uno. Y para colmo voy al banco a cobrar mi sueldo, que es digno, y tengo que comerme una cola de dos mil planes que reparten. Claro, ellos están todo el día al pedo, no hacen nada en todo el día, no les molesta hacer la cola. Te digo que cobran más plata que uno. Un conocido hizo la cuenta. Les sobra la plata.

-El conocido tuyo, primero, se olvida de que vos no tenés que mantener siete hijos, y segundo, vos te estás quejando de que cobrás poco, ¿o no te adherís al paro del miércoles? Si no te alcanza a vos, imaginate a una persona sin trabajo y con siete hijos.

c (nazi): -Bueno, entonces que no tengan siete hijos. Las pastillas y los preservativos en el hospital los entregan gratis.

-Yo creo que cada uno puede tener la cantidad de hijos que tenga ganas de tener. Además muchas veces hay cuestiones sociales, culturales, educativas incluso, que impiden el control de la natalidad en los barrios pobres. Muchas veces las mujeres no se cuidan porque los hombres las obligan a no cuidarse, otras veces es por simple desinformación.

c (acusadora): -Sí, pero es un conjunto de cosas. Tienen siete hijos, cobran siete asignaciones, dos planes trabajar y están todo el día cómodas en su casa. Y cobran más que nosotros. Yo conozco un caso de una señora que trabaja en la municipalidad y cobra un montón de plata. Es un curro de la municipalidad, que como no les alcanza para pagarle el sueldo, le dieron DOS planes trabajar además del sueldo que tiene ella, y cobra un montón.

-Bueno, pero eso no es lo convencional. No a todas las personas que les dan el plan trabajar o la asignación universal tienen un trabajo. Al contrario, la mayoría no lo tiene. Vos me estás hablando de UN caso particular y que no es para lo que se idearon los planes sociales, sino justamente, como vos decís, es un curro de la municipalidad. En fin. Yo entiendo lo que ustedes dicen (¡mentiraaa, entiendo que son unos fachos!), pero no quería dejar pasar esta cuestión porque no estaba de acuerdo con lo que habían escrito.

b (segregacionista): -Igual vos sos profe especial, no te corresponde la jornada, la jornada es para las maestras. Vos tenés que ponerte ahí con los profes especiales a preparar la fiesta de Educación Física. Menos mal que ya se termina esta jornada. No sé ni para qué las hacen, si no sirven para nada. Yo soy una simple maestra. A mí lo que me gusta es estar en el aula con mis chicos, que los quiero tanto. (Y al pronunciar éstas, sus últimas palabras, se atiborró la boca de tortafritas que le habían traído los porteros y se tragó un mate.)

1 comentario:

Anónimo dijo...

Sencillamente: Magistral. Es lo que uno escucha a diario. ¡Qué estómago tenemos los docentes!

Daniela