13 ago 2007
If you kiss me where it's sore...
Volver a sentir, saber que de un momento a otro un estrépito me invadirá el corazón, inesperado, impredecible, el dolor, la risa, el amor, el vértigo, mistura de sensaciones lánguidas, eufóricas, tenues, eternas, punzantes, inmensas, breves, la incertidumbre. La felicidad plena de volver a sentir y la incertidumbre. El deseo básico y primitivo, acaso alguna vez perdido, de mirar unos ojos adorados, la distancia exacta que me separa de ellos, el temblequeo absurdo y maravilloso tan humano y terrenal como celeste, etéreo, intangible, que reduce a estorbos la materialidad, que no conoce deixis. Sigo volando obstinadamente, sigo volando y me golpeo, dando tumbos entre nubes que me lastiman y me acarician, me siento ínfima, mínima, idiota, enamorada. La incertidumbre que puede conmigo, que me da vértigo, y el corazón plagado de estrellas y terremotos que no merman, sutil combinación, piedra de alquimia, agua elemental que alimenta el retorno de lo que acaso creí vedado a esta soledad inefable. ¿Dónde están tu ojos? Imposible entender que existieron en otro tiempo y espacio que no fuese el que alguna vez compartimos. Si acaeciere ese encuentro bautismal que nuevamente diere vida a tus ojos, quisiera embriagarme del espacio que te rodea, orbitarlo eternamente sin posar los pies sobre la tierra, languidecer volando, no retornar jamás al sedimento acumulado de corazones erosionados que observo desde aquí arriba, desde este vértigo que me hace sentir ínfima, mínima, idiota, enamorada.
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