África

Dónde está el agua de esos ojos
que ni pueden las lágrimas,
que ni el silencio,
porque el silencio ha envenenado
la tierra que mañana cubrirá esos ojos.

Dónde la humedad de esos labios silentes
que maman leche seca, dónde la humedad
de esos pechos también secos,
dunas negras de un desierto que florece
quizá con el estruendo de la lluvia,
o con la luz de un trueno que perece.

Aquí la garganta sudestada,
que ni el agua ni el trueno ni el silencio
acaso bastan.

Aquí la impotencia se adueña de las bocas
y nace en las voces una queja
tch
una queja africada.

Agustina Ariana D'Andrea, 26-12-2007, 08:54 pm.